jueves, 10 de marzo de 2011

Con las ideas sobre la mesa.

Lo estúpida e irreal que puede resultar la vida. La cantidad de cosas que has vivido y de repente te sientes débil, frágil, todo se derrama... Que lo que has vivido con y para las personas ya no es lo mismo; ha terminado.
De la manera más inesperada y absurda todo vuelve a no ser nada; como sino nos hubiésemos conocido. 
Me siento IDIOTA. Idiota porque... porque todo me resulta complicado, porque al mirar a mi alrededor pienso en lo que he vivido y no me sirve para nada ¿Para qué? ¿Para recordar buenos momentos que ya han terminado? ¿Para pensar en lo bien que lo pasábamos? ¡Pues no! Todo eso ya no sirve para nada sólo sirve para mirarlo y sonreír, sonreír por algo que no ha significado nada, ¡NADA!
Sinceramente en estos dos últimos años me he sentido absurda, absurda en una relación cuadrada en la que más que un cuadrado habéis actuado como en un triángulo, un triángulo en el que una sobra y curiosamente siempre he sido yo: la tonta, la que no se revela, "la más grande" pero a la vez la más débil del grupo. 
Pues aquí se ha quedado todo en simples recuerdos que merecen ser tirados por la borda pero no lo voy a hacer, no lo voy a hacer porque la vida nos da muchos palos y este es uno de ellos; el cual me va a ayudar a darme cuenta de lo que verdaderamente es importante en esta vida y que la gente que siempre ha estado conmigo van a seguir estando ahí, ayudándome, dándome apoyo, aguantándome...
Sé que este no es el fin de algo, sino el comienzo de algo nuevo, algo que será mejor que lo que antes hemos vivido. 
Recuerdos que permanecerán intocables, sensaciones que jamás serán iguales.
La vida y sus golpes..

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